El
más vivo deseo del hombre es saber. Desea conocer el mundo en que habita, el
cuerpo en que vive, el alma que lo anima y el Dios de quien procede. Cuando más
evolucionado está el ser humano más anhela el conocimiento y por el contrario
cuanto menos desarrollo interno posee más le atrae lo material e
intranscendente. El proceso evolutivo del ser humano no depende solo de esta
vida sino de la transcendencia evolutiva desde la creación del hombre por Dios
hasta su conclusión cíclica en la monada tras pasar por distintos estados no
reconocibles por nuestra mente concreta salvo en el caso de cambio de plano de
conciencia.(EXTRACTO DEL LIBRO)
Un libro desmitificador que muestra el verdadero poder de la Masonería.