Para hablar del poder, el
Maestro me propuso que lo hiciéramos en una de las fincas de mi esposa. Estuvimos
en la finca central donde varios edificios rodean un extenso patio y en el que
hay varias esculturas creadas por mí. Me dijo que en su anterior visita ya
había observado que en el centro había un pentagrama de grandes dimensiones, una
pirámide de tres caras rodeada de una cadena y varias acacias simbolizando la
inmortalidad. Me dijo que el conjunto era un escenario ideal para hablar de las
claves del poder masónico. Un poder, me dijo, relacionado con la verdad, la
numerología, el pentagrama, la vibración, la virtud y el silencio, pero que
jamás se debía confundir con los llamados contubernios que se han achacado a la
masonería para conseguir fines ilegítimos. Paseando por aquel patio iniciamos
la conversación. (Extracto del libro.)
Un libro desmitificador que muestra el verdadero poder de la Masonería.